Después
de que el decidor ha seleccionado los factores críticos o variables, a partir
de la situación empírica, éstos se combinan de manera lógica, de modo que
presenten un modelo del problema real. Un modelo es una representación simplificada
de una situación empírica. En su forma ideal, deja al descubierto un fenómeno
natural en su gran complejidad y duplica el comportamiento esencial del mismo,
con unas pocas variables relacionadas de manera simple. La muestra más sencilla
que suministra el modelo, la mejor para la persona que toma las decisiones,
sirve como contraparte razonablemente confiable para el problema empírico.
Las
ventajas de un modelo simple son:
- Su economía y esfuerzo mental.
- La persona que toma la decisión puede entenderlo con rapidez.
- Si es necesario, el modelo puede modificarse de rápida manera y efectiva.
El
objetivo de quien toma la decisión no es construir un modelo que, en cada uno
de sus aspectos, esté tan cerca como sea posible a la realidad. Un modelo de
esa naturaleza requeriría de mucho tiempo de construcción y quizás, quedaría
fuera de comprensión humana. Por el contrario, la persona que decide requiere
un modelo más sencillo que sirva para predecir de forma razonable los
resultados y que sea este consistente con una acción efectiva.

SOLUCIONES
Después
de construir el modelo, las conclusiones acerca de su comportamiento se pueden
deducir por medio del análisis lógico. Luego, quien toma las decisiones
fundamenta en estas conclusiones sus acciones o decisiones. Si la lógica para
sacar conclusiones de las variables extraídas es correcta, y sí se han
abstraído las variables relevantes, entonces, la solución del modelo también
servirá como solución efectiva al problema empírico. Por ejemplo, el
responsable puede decidir que una tasa de interés del 15% mide el costo de
oportunidad anual de la empresa, la cual puede tomar la decisión del edificio
calculando el valor presente neto del flujo
de efectivo y no considerar en el detalle inversiones alternas.

ERRORES
Dos
fuentes importantes de error en el uso de modelos para la toma de decisiones
son la exclusión de variables importantes y equivocaciones en la definición de
las relaciones de las variables. Por ejemplo, en el caso anterior, que incluye
el contrato con e gobierno, se considera que puede esperarse una pérdida del
40% en los resultados durante la producción debido a las especificaciones
inusualmente estrictas del producto. Si este factor estuviera presente, pero se
omitiera desde el análisis el modelo resultante podría no representar la
situación de manera suficientemente adecuada para los propósitos de la
decisión (podría tomarse la decisión
equivocada).
TÉCNICAS
DE CONSTRUCCIÓN DE MODELOS
Los
modelos pueden representarse de diferentes formas. Para problemas simples y
repetitivos, todo el proceso de toma de decisiones pude realizarse en la mente
del decidor, quizá de una manera bastante informal e intuitiva. El ser humano
camina, come, abre puertas cada día, sin ayuda de modelos formales; pero si de
algún modo el problema no es frecuente o es complejo, se dedica más tiempo a
pensar en él.
La
técnica apropiada para describir y seleccionar variables seleccionadas depende,
en gran medida, de la naturaleza de ellas. Si las variables pueden medirse de
alguna manera y, particularmente, si pueden ser representadas de forma
cuantitativa, entonces hay razones para seleccionar una representación
matemática del modelo. Primero, porque existe una rigurosa disciplina inherente
a las matemáticas que asegura un procedimiento ordenado por parte del
investigador: deben especificarse las variables seleccionadas y establecer las relaciones que, se supone,
existen entre ellas. Segundo, porque las matemáticas son una técnica apropiada
para relacionar variables y para deducir conclusiones lógicas de las premisas
dadas. En combinación con las modernas computadoras, las matemáticas hacen
posible el manejo de problemas que requieren de modelos más complejos y
facilitan el proceso de toma de decisiones donde es aplicable el análisis
cuantitativo.
A una
gran cantidad de problemas de negocios se les ha dado, con éxito, una
representación cuantitativa mediante un método general denominado análisis
cuantitativo, ciencia de las decisiones, ciencia administrativa o investigación
de operaciones. De hecho, la representación cuantitativa y la solución de
problemas de negocios es mucho más que
estás denominaciones, como lo atestigua la práctica contable. Sin embargo, el
análisis cuantitativo se ha extendido a muchas otras áreas de operaciones de la
empresa y se ha constituido en un medio efectivo para abordar problemas de
decisiones de negocios. Los gerentes actuales deben contar con tantos
conocimientos acerca de estas técnicas y modelos como los que poseen acerca de
informes de contabilidad.
Caben
aquí unas palabras de advertencia. El ejecutivo de los negocios no debe
volverse incondicional de un modelo cuantitativo y adoptar automáticamente sus
conclusiones como la decisión correcta. La conclusión que se obtiene del modelo
contiene cierto grado de error debido al proceso de abstracción. La pregunta de
cuando puede ser tan grande el error como para modificar la conclusión antes de que pueda adoptarse como una solución,
es uno de los aspectos a considerar.
La cuantificación es una ayuda para el
juicio empresarial y no un sustituto de éste. Una cierta cantidad de
escepticismo constructivo es deseable al considerar el análisis cuantitativo de
los problemas de negocios como en cualquier otro proceso de toma de decisiones.
FACTORES
CUALITATIVOS

Muchas
decisiones de negocios, en particular, las más importantes, implican algunas
variables que son de naturaleza cualitativa. Por ejemplo, decisiones
importantes que pueden afectar el ánimo y liderazgo en la organización o pueden
afectar las áreas de empleo, acción afirmativa, contaminación u otras de responsabilidad social. Muchos de
estos factores cualitativos no pueden expresarse en términos de dinero.
Entonces, ¿cómo debe el decidor manejar estas variables cualitativas?
En
primera instancia, deben evitarse las actitudes extremas. Una, que pasaría por
alto los factores cualitativos al considerar que los factores que pueden
medirse no son importantes. Otra actitud igualmente extrema es argüir que los
modelos cuantitativos no tienen valor, dado que los factores cualitativos son
los importantes.
Un
enfoque más ecuánime es aceptar la idea de que el modelo cuantitativo puede
manejarse de manera efectiva en los aspectos medibles, del problema de decisión
y de que la persona que toma las decisiones también debe manejar de forma
intuitiva las variables cualitativas. El
gerente debe encontrar el equilibrio apropiado entre los factores cuantitativos
y los cualitativos

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